Agítese antes de usar o el manual de instrucciones

Ya, ya lo se. Los pocos que me leéis seguro que no habéis mirado un manual de instrucciones nunca. O casi nunca. Seguro que, cuando aparece un problema, habéis acudido a él.

El manual de instrucciones, ese gran desconocido

Este fin de semana me ha tocado a mi acudir a uno para intentar resolver un problema. Cosa que ni el manual ni el mismísimo google han conseguido. Pero, eso ya es otro tema. Lo que sí ha hecho es reflexionar sobre el uso que damos a estos libritos que vienen con nuestros nuevos y flamantes productos tecnológicos y que, a veces, parecen estar diseñados para confundirnos aún más.

Lo que debería ser el primer paso…

Aunque para muchos de nosotros no lo es. En realidad, es el primer paso para otros. Para eso se diseñaron y se adjuntaron a cada producto. Para ser el primer paso antes de consumir el producto.

Pero la realidad es que suele ser el primer paso para perderse. Es sólo sacar el aparato de la caja, abrir el manual… y ya estamos perdidos. En ocasiones la lucha con el libro de instrucciones para tratar de aprender a usarlo lleva a la frustración.

Lo hemos visto en tests. O simplemente observando a nuestros familiares y amigos. Sí. Yo también tengo a alguien en la familia que lo primero que hace es abrir y leer el manual. Y lo siguiente es llamarme. A mi o a algún otro familiar o amigo. Qué le vamos a hacer.

La barrera de entrada

Estos manuales se crean para ayudarnos a configurar y a aprender a usar los aparatos. ¿No? Se supone que ayudan a disminuir las barreras de entrada en el nuevo producto. Pero en la realidad, estos manuales de instrucciones tampoco ayudan mucho a disminuir esa brecha digital y entonces, cuando queremos reducir esta brecha, nos dedicamos a producir dispositivos con menos funciones y «botones más grandes». Para así, llegar a un público menos habituado al uso de la tecnología. ¿No?

Pero, a veces, no necesitan menos funcionalidades. Necesitan hacer las mismas. Mi madre también quiere hacer fotografías a su nieto. Lo que necesitan es aprender a usarlo. Y no por ello va a tener que sacrificar esta función en su teléfono móvil. No es sólo culpa de los dispositivos, es culpa de los manuales de instrucciones. De esa barrera de entrada que es el manual. Con sus tecnicismos. Y con su poca orientación al usuario.

Reducir esta barrera de entrada

Me ha gustado especialmente este proyecto de vitamins design que trata de resolver esta barrera mediante el manual de instrucciones y el uso de unas tarjetas indicadas para descubrir las nuevas funcionalidades y que actúan como accesos directos.

De esta manera los usuarios van explorando las funcionalidades de su teléfono sin necesidad de estudiar los complejos menús de opciones. Tan sólo cuando las necesitan. El enfoque es: en lugar de modificar el teléfono, algo que siempre será mas costoso y difícil de ejecutar. Modifican la manera de aprender a usar el teléfono. Es genial, ¿no?

Os dejo un video que muestra la caja y el funcionamiento.

o de cómo dar instrucciones

La próxima vez que tengas que realizar un manual de instrucciones, manual de uso o cualquier documentación, recuerda esto. Dedica un tiempo a realizarlo. No lo dejes para el final. Añade a tus plazos la construcción de la documentación. No se trata de añadir mucha información sino de cómo añadir la información.

Aquí van unos consejos.

  • Ayuda a tus usuarios con diagramas e imágenes. Con códigos de color.
  • Evita las palabras técnicas.
  • No asumas que el usuario conoce algo sobre el producto.
  • Si realizas tests de tus productos. ¿Por qué no lo realizas sobre las instrucciones también?
  • Escribe los pasos para realizar una tarea concreta y no una descripción de características y funciones. Nuestros usuarios quieren añadir un teléfono a la agenda y no conocer la descripción de una pantalla.
y… por supuesto

Utiliza un formato acorde con el producto, si el producto tiene un nivel de calidad alto, ¿por qué el manual es como el de un reloj despertador? No te olvides del contexto de uso. En casa, en la calle, en el campo, en la cocina… o un manual de instrucciones que se consultará sobre una torre. Cada contexto de uso requiere de una forma específica.

Bonus track

Publicado mas o menos el 25 de octubre de 2011 a las 3:10 am por César García Gascón, archivado en las categorías Diseño de interacción, Usabilidad y etiquetado cómo , , . Siéntete libre de comentar un poco más abajo si quieres.

2 comentarios

que gran verdad!!!! los manuales no se miran hasta que no tienes un problema. Me ha entretenido el articulo, curioso el video. Pero como metemos una silla de auto para bebes en el manual de instrucciones?
saludos

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