Más no es mejor. Mejor es mejor

Demasiados botones, demasiadas características, demasiados detalles, demasiadas opciones de configuración. Todo esto no va a hacer tu producto mejor. No. Lo que hace tu producto mejor es que, definitivamente, sea mejor.

El tentador momento de… ¿y si?

Es tentador. Lo se. En esas fases del proyecto en las que se pretende complacer a todo el mundo. Esos pequeños momentos que vivimos en los que nos preguntamos… ¿y si ponemos? ¿y añadimos? Y, además, así podrán hacer…

No todas las características que puedas añadir van a hacer mejor tu producto. O tu servicio. Más características lo que van a hacer es que tu producto sea más complejo. Pero no necesariamente mejor.

Las tres etapas del uso de la tecnología

David Liddle identifica en Designing Interactions como tres las etapas del uso de la tecnología. Los entusiastas, los profesionales y los consumidores. Los primeros en realidad disfrutan con la tecnología, la llevan al límite. Sólo por diversión. Cuanto mas complejo sea, mayor será su reto e implicación. Pero, a medida que el producto se hace mayor llegan los profesionales que adaptan la tecnología para darle un uso comercial. Estos todavía están muy pendientes de las características que el producto tenga o deje de tener.

Mientras que para los primeros llevar al límite al producto, poder configurar hasta el último detalle y un número infinito de características será un factor a tener en cuenta en su decisión de uso. Pero también están los últimos, los consumidores, para estos será lo fácil o difícil de usar y la experiencia de usuario que genera su uso lo más importante. Más características será igual a más cosas que descubrir, más cosas que aprender, más botones… en definitiva más complejidad en la interfaz.

¿Merece a pena?

Es mucho más fácil dejarse llevar por los dos primeros (los entusiastas y los profesionales) dispuestos a aprender y a añadir features. Es más agradecido trabajar para personas dispuestas a explorar un producto o un servicio y realmente empujar los límites de lo que puede hacer.

Pero, abre lo ojos, los consumidores quieren coger un producto y obtener un trabajo bien hecho. Y creo que ya lo sabes, los consumidores son la gran mayoría de los usuarios. Siempre nos olvidamos de que hay gente ahí fuera que no pasan cada hora del día mirando un teléfono móvil o un ordenador. Para ellos, no es tan importante, para ellos lo importante es recoger y hacer un trabajo.

Lo mejor siempre es lo mejor

Cualquier nueva característica adicional es una cosa más que aprender, una característica que aumenta la probabilidad de equivocarse y de malinterpretar su función y una cosa más que va a hacer perder tiempo a tus usuarios. Pero no tiene por qué hacer el producto mejor.

El producto será mejor cuanto más centrado esté en las personas y en la experiencia de usuario que se genera entorno a su uso. Textos, detalles, transiciones, botones, servicio al usuario, atención al usuario…

Sobre todo esto habla más y mejor Luis Villa, Diseño de la experiencia de marca: promesa, cumplimiento, coherencia y honestidad en grancomo.

Céntrate en las personas, si tu producto o interfaz está destinada a los consumidores, a la gente normal y corriente de la calle no escuches a los primeros, o escúchalos, pero con cuidado. Lo más fácil es incluir características y características pero lo más difícil es hacer que todo sea útil y fácil de utilizar.

Publicado mas o menos el 30 de septiembre de 2011 a las 1:05 am por César García Gascón, archivado en las categorías AI, Diseño de interacción, Usabilidad y etiquetado cómo , , , . Siéntete libre de comentar un poco más abajo si quieres.

4 comentarios

Lo más difícil de todo es encontrar a esas personas que tienen la capacidad real de tomar decisiones y opten por la complicada tarea de priorizar, que al fin y al cabo es de lo que se trata.

Lamentablemente sigue habiendo mucha «featuritis» y es algo contra lo que es muy complicado luchar, aunque poco a poco se vaya consiguiendo enseñar casos de éxito.

Gran post.

Dani, gracias por tu visita…

Coincido en que es muy complicado luchar contra la featuritis por más que nos cansemos de poner como ejemplos a apple o a google.

Cuando ven con sus usuarios, los que tienen que comprarles el producto o el servicio es cuando se dan/nos damos cuenta de lo que sobraba. Y, a veces es tarde, por eso incluir a los usuario cuanto antes es lo mejor… aunque no siempre están dispuestos a eso, claro.

Es la lucha de siempre 😉

Jose Manuel, bienvenido

Es aplicable a todo, claro… por eso cada vez me gusta mas trabajar en proyectos con startups donde está todo más fácil y es más bonito trabajar con ellos en la experiencia completa del servicio/producto y no solo la web sino del proceso completo del negocio… ¿no?

Gracias por tu aportación

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