¿Dónde está la ranura? O de cuando olvidamos de la ley de la proximidad

¿No os pasa que, a veces, lo que debería ser muy fácil se convierte en una tarea no tan fácil? ¿que perdemos el tiempo con cosas que no deberían costar más de unos segundos? Y, no hablamos de interfaces de usuario. No 😉

Para poder entender el mundo visual que nos rodea, nuestra mente desarrolló estrategias que hacen frente a la confusión y a la ambigüedad. La Teoría de Gestalt nos define como es la relación entre mente y matemáticas. Saber como funciona la psicología de Gestalt ayuda a construir cosas más fáciles de usar.

¿Dónde hay que introducir la moneda para que me de un café?

A simple vista es fácil. ¿no? No es más que una máquina de café, de esas que hay en muchos sitios. Nada nuevo. Nada diferente. No tiene por qué ser ni más fácil ni más complicado que otra.

¿Dónde está la ranura? Cuando olvidamos la ley de la proximidad

Cierto. Sólo hay un pequeño pero. La localización de la ranura que carga las monedas. ¿Por qué está ahí abajo? Probablemente, quien diseñó la máquina no vio mayor problema, y no lo tiene.

Tan sólo un par de minutos…

Sólo eso fue lo que esperé. Y me fijé en cómo sacaban las personas el café. En cómo buscaban la ranura. Y tras unos instantes se daban cuenta de la localización inferior.

Y esto… ¿por qué?

Intentamos agrupar elementos. Y la manera en la que nos enfrentamos a un elemento de interacción suele ser de la misma manera. Inspeccionamos los elementos. Y miramos alrededor. Cerca. Total sólo quiero mirar que café tomarme y poner el dinero. Ya me preocuparé después de buscar donde sale el café.

Agrupadas las tareas, intuimos que las herramientas y el flujo de interacción estará relacionado. Así pues una vez seleccionada la bebida que vamos a tomar… no encontramos la ranura.

… tampoco es para tanto… ¿no?

Aquí quizás no. Queremos un café a toda costa y, si nos enfrentamos a una máquina como esta, es que no podemos tomar un café de verdad en otro sitio. Por lo que pondremos todo el interés en realizar la acción.

Pero yo hablo de internet. De una web. De un interfaz digital. Si, como pasa en internet, que hay otra máquina de café a pocos centímetros. Entonces te aseguro que o tu café es muy bueno o se lo pedirán a otro.

Enfoca el diseño de tu interfaz en pequeñas tareas a realizar. Pon lo que es necesario… Y, luego, deja sólo lo que hace falta. Trabaja en pequeñas tareas. Agrupa las acciones. Y después mira cómo lo usan tus usuarios. Seguro que si el que diseñó esta máquina viese cómo la usan los usuarios no volvería hacer algo así.

Publicado mas o menos el 11 de enero de 2011 a las 1:23 pm por César García Gascón, archivado en las categorías AI, Diseño de interacción, Estándares, Usabilidad y etiquetado cómo , , , . Siéntete libre de comentar un poco más abajo si quieres.

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